El miércoles 27 de octubre de 2010, murió brutalmente el ex presidente argentino Néstor Kirchner (2003-2007), el esposo de la actual Jefa de Estado Cristina Kirchner. Se encontraba en su bastión de El Calafate en Patagonia (en el Sur del país). Poco conocido de los franceses, más interesados en los resultados de las elecciones en Brasil, Néstor Kirchner fue sin embargo un actor clave de la vida política tanto en Argentina como en el escenario latinoamericano e incluso mundial: y eso por ser Presidente del partido peronista (Partido Justicialista), por haber desempeñado un papel relevante en la decisión de procesar a los antiguos responsables de la dictadura militar (1976-1982) anulando la serie de medidas de amnistía que tomó el ex presidente Carlos Menem, por haber iniciado la reflexión, junto a Lula, sobre la necesidad de ensanchar el Mercosur dándole una finalidad también política. Se suele hablar de Lula pero se olvida que Kirchner fue su interlocutor privilegiado en la Cumbre de Cancún de 2003 que había de desembocar en la creación del G20 y que se habló del Consenso de Buenos Aires como punto de partida al proyecto faraónico de Unasur, ese gigantesco espacio que pretende, en el dominio energético, financiero, industrial, agrario, ser un actor de la globalización multiplicando los acuerdos económicos tanto con Europa o EE UU como con Asia. De Unasur era Secretario General Néstro Kirchner que se imaginaba también como posible candidato para las elecciones presidenciales de 2011 y eso a pesar de los resultados pésimos para el Frente para la Victoria- Partido Justicialista en las elecciones de 2009 en las que la Presidenta perdió la mayoría tanto en el Parlamento como en el Senado.
El periódico de la oposición, La Nación, destacaba en un editorial que Argentina vivía por primera vez una crisis inaudita tras la muerte de alguien que no era el presidente. En realidad la cuestión era ésta y es que Néstor Kirchner seguía siendo el presidente sin serlo y Cristina la Presidenta sin espacio de poder propio, incluso simbólico. Otra cuestión es la del futuro político de Cristina Kirchner que quizá logre tomar distancias con el pasado que encarnó su esposo y con ciertos amigos suyos como Hugo Moyano, personaje controvertido, secretario general del principal sindicato del país o sea la CGT que, según ciertos, permitió el financiamiento de camapañas electorales de los esposos Kirchner y nunca ocultó su apoyo político al clan Kirchner. A ver si Cristina tomará la decisión de presentarse como candidata en octubre del 2011 cuando se sabe que hoy no puede contar sino con un 35% de votos a su favor.
A continuación, una consecuencia de la muerte de Kirchner en las acciones del Grupo Clarín con el que el Secretario General de Unasur y la Presidenta se llevaban muy mal:
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