Si desapareció el régimen franquista, si España se hizo una
nación democrática mediante la normalización de la vida política y la
elaboración de una Constitución que reconoce en particular la diversidad
cultural, lingüística y religiosa, la sociedad española contemporánea sigue
marcada por esos años terribles, como presa de las Dos Españas.
En efecto, parece muy
difícil acabar con el pasado franquista en España como se nota en la
permanencia de los símbolos del poder represivo que no se han podido retirar
tan fácilmente en los últimos años, en los anuncios contradictorios de la alcaldesa
Manuela Carmena acerca del callejero de Madrid, o en los debates encarnizados
acerca de la futura sepultura de Franco puesto que la verdadera cuestión no es ahora
la necesidad de la exhumación, ya que los diputados acaban de apoyar el
proyecto de traslado presentado por el nuevo Presidente de gobierno socialista,
Pedro Sánchez, sino el futuro paradero de los despojos del Caudillo.
Queda patente que la Ley que agiliza la exhumación no lo va
a solucionar todo : primero porque la familia y la Fundación Franco siguen
muy exigentes y ocupan el escenario mediático, luego porque la sociedad
española parece bastante dividida acerca de ese tema : entre los
nostálgicos del antiguo orden y los familiares de víctimas que piden todavía
una intervención franca del Estado en la cuestión de la apertura de las
fosas ; sin olvidar a los que consideran que los verdaderos problemas son
económicos. Por fin no es de olvidar que en ese clima de tensiones generadas
por la crisis catalana, un partido de extrema derecha está conquistando espacio
y votos : Vox.
Acabar con el pasado franquista no significa olvidarlo sino
saber lo que fue, valiéndose de la labor histórica y literaria muy activa desde
los 70 e impulsar debates sobre la instrumentalización del pasado por el Estado
y los políticos. Es lo que recordaba recientemente Manuel Vicent con tanta
inteligencia : « Sacar a Franco de la tumba es muy fácil. Lo
complicado es exhumarlo del cerebro de gran parte de los españoles, la
verdadera tumba donde se está pudriendo. »
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