Síntesis
En momentos en que la monarquía
española es muy criticada y acusada de estar desconectada de la realidad, la
cuestión de la educación de la Princesa Doña Leonor es central. La Constitución
de 1812 les atribuía a las Cortes la aprobación del plan para la educación del
Príncipe de Asturias. A pesar de lo que se piensa, la educación del rey era un
asunto que les importaba mucho a los españoles. Tras la abdicación de Juan
Carlos I, se advierte un esfuerzo por mostrar más
transparencia, pero no sobre el tipo de educación que conviene darle a la
princesa Leonor.
Pues ahora existen tres cuestiones que
deberían debatirse. La primera es la naturaleza del centro educativo donde está
cursando la enseñanza preuniversitaria. Es una cuestión sensible: en efecto si
la princesa de Asturias estudia en un centro privado, el mensaje será que los
centros privados proporcionan enseñanza de mejor calidad que los centros
públicos. Es un problema porque deszaloriza la
enseñanza pública que recibe la mayoría de los españoles. Por otro lado, en un
centro privado la princesa se relacionará con niños del mismo origen social,
no representativo de la sociedad que deberá un día encarnar.
La segunda cuestión es el contenido
de la enseñanza superior que debería cursar. Para una futura reina es necesario
controlar conocimientos jurídicos, politológicos, económicos y sociológicos.
Pero si la princesa se interesa por otras disciplinas no es un problema. Porque
la actividad educativa permite el pleno desarrollo de la personalidad, la
adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de estudio, y la capacitación
para el ejercicio de actividades profesionales. Todos los valores que requiere
una futura reina.
La tercera cuestión se refiere a la
cuestión de los estudios en las academias militares. La ventaja es que
representa una formación eficaz. Todos los reyes de España han estudiado en
academias militares con el fin de asumir su papel como jefe del Ejército. Pero
ahora esta característica se ha vuelto secundaria y simbólica, el mando supremo de
las Fuerzas Armadas le corresponde al Gobierno y a su presidente. Una reforma de
la Constitución podría significar renunciar al estudio en un establecimiento militar
para la princesa, y poner fin a la relación ambigua entre el ejército y el
Monarca.
Comentario
Hoy la familia real española es blanco de fuertes críticas, acusada de estar fuera de contacto con la realidad.
Algunos incluso exigen su abolición. La única manera de mantener la
monarquía es un cambio radical de imagen. La abdicación de Juan Carlos en junio
de 2014 a favor de su hijo Felipe VI representa un punto de inflexión en este
proceso de cambio. De hecho Felipe VI es joven, dinámico y lavado de cualquier
escándalo. Pero queda mucho por hacer para impulsar la imagen de la familia
real. ¿Cuáles son los puntos
importantes para el mantenimiento de la monarquía española? Para responder a
esta problemática, hablaré de transparencia y de reforma de la Carta Magna.
El rey de España, Felipe VI, quiere
cambiar la imagen de la monarquía española. Se ha aprobado una carta de
conducta más rigurosa. El objetivo es que esta institución recupere su
legitimidad. La monarquía española fue azotada en los sondeos por los
escándalos durante el final del reinado de Juan Carlos. Felipe ha tomado una
serie de medidas para mejorar la imagen de la institución. Por primera vez, la
familia real española, estará sujeta a auditoría externa. Las cuentas de los
monarcas se harán públicos. También se prohíbe a cualquier miembro de la familia
real trabajar para una empresa privada o participar en una actividad que no
es institucional. Otro signo de transparencia, los miembros de la familia
real estarán sujetos a un código de conducta y un control más estricto de los
regalos ofrecidos. Así quedaron los días en que Su Majestad estaba recibiendo
Ferrari y yates de lujo, cuyo mantenimiento era hasta el Estado. Acabada también la caza de elefante en África que había empañado gravemente la imagen de la
monarquía.
Alrededor del 84% de los españoles
está a favor de una reforma constitucional que eliminaría la primacía del varón
en el acceso al trono y que sería necesaria para garantizar que la hija de Felipe
VI Leonor se convirtiera en reina, según una encuesta realizada por la radio
Cadena Ser. El artículo 57.1 de la Constitución Española señala que "la
sucesión en el Trono seguirá el orden regular de primogenitura y
representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores;
en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el
varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de
menos". Ese es el artículo que deberá modificarse para que la Infanta
Leonor pueda reinar aunque tenga posteriormente un hermano varón. La propia Constitución señala cómo hacer ese cambio: es preciso para ello que así
lo decidan el Congreso y el Senado por mayoría de dos tercios, que
inmediatamente se disuelvan las Cortes y se convoquen elecciones, que vuelvan a
votar las nuevas Cámaras por idéntica mayoría y, finalmente, que la reforma se
apruebe en referéndum. A pesar de las promesas del ex Presidente de gobierno José Luis Zapatero (PSOE) nada se ha hecho
aún.
Se verá también lo que hará Felipe con los separatistas catalanes y los gobiernos latinoamericanos que quieren echar a las empresas españolas. Es urgente que estos puntos
busquen soluciones porque con la crisis, los républicanos están ganando terreno y
algunos llaman por la organizacion de un referéndum sobre la abolición de la
monarquía.
Jérôme A. (EC1)
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