Al ser campeones del mundo, unos jugadores del equipo nacional de origen catalán, alzaron con cierta timidez la bandera de Cataluña: es que estaban en las tribunas oficiales unos miembros de la familia real. Unas semanas después, Cataluña prohíbe las corridas en toda una comunidad que demostraba desde los 60 un desinterés creciente por la fiesta brava. La multiplicación de las manifestaciones ultra mediáticas de la Plataforma Prou que pretende salir en defensa de los animales, la alianza oportunista entre los verdes y los nacionalistas que constituyen hoy un lobby anti corrida muy activo en el Parlamento europeo, la estocada final con el voto del Parlament catalán (aunque la diferencia entre el voto anti corrida y el pro no era tan notable) constituyeron unas etapas relevantes que desembocaron en la prohibición de las corridas en Cataluña.
¿Qué relación entre la bandera que alzaron los del FC Barcelona y tal prohición? Me parece ser esa propensión cada vez más evidente de muchos catalanes a "alejarse de España" como si la fiesta brava sólo fuera una forma del españolismo que tanto aborrecen (me parece interesante notar que esos diputados no votaron el fin de los torrebous, tradición muy viva en el sur de Cataluña donde están muy presentes los nacionalistas). Claro que esa confusión que explica el voto de los nacionalistas demuestra la falta de reflexión en torno a lo que es la corrida, esa tradición secular que ya intentaron prohibir ciertos monarcas como los Reyes Católicos o unos borbones como Felipe V o Carlos III espantados por la supuesta barbarie y la falta de decoro del espectáculo. Una tradición y un rito que es la oportunidad máxima para contemplar la muerte cara a cara en una sociedad que la teme y la ahuyenta; un momento en el que hombre y animal se consideran como individuos iguales y respetables; un paréntesis estético de colores, ritmos y olores en el que el público no tiene el comportamiento grotesco e inadmisible de los hinchas que no vacilan en echar botellas o insultos racistas. Los catalanes pueden estar orgullosos: orgullosos de cerrar las plazas de Lleida, Tarragona, Gerona o Barcelona y de invertir aún más dinero en el sector del fútbol que genera cada vez más violencias y fealdades. Ya no oirán en Cataluña, la "música callada del toreo", ya no verán la "gran mariposa de alas bermejas" "cruzar la pajiza arena". A ver si eso constituye la victoria de la razón o una nueva forma de oscurantismo.
En 2008, en la Monumental de Barcelona estaba José Tomás y frente a él estaba Idílico. Una faena histórica que acabó por el indulto del toro y el regreso de Idílico al campo:
http://www.youtube.com/watch?v=WQkfgHsyDOo&feature=related
