1-
¿Qué
indica el debate en torno al monumento de Colón sobre el clima político que
existe actualmente en Barcelona ?
La
polémica en torno a la estatua de Colón en Barcelona sobrepasa los límites del
debate sobre las consecuencias del Descubrimiento y la Conquista del Nuevo
Mundo.
Si
la CUP, partido nacionalista, independentista y antisistema ha intentado acabar
con uno de los símbolos mayores de Barcelona, es que sigue considerando que
esta obra instalada con ocasión de la Exposición Universal de 1888 es un
homenaje al colonialismo y esclavismo y por consiguiente al pasado imperial de
España que no pueden sino condenar como formación izquierdista, anticapitalista
y anti-España : por eso está también a favor de la retirada de las
banderas españolas de los edificios municipales o pide que el 12 de octubre ya
no sea el día de la fiesta nacional. Esta postura y petición se inscriben en un
contexto de ataques a todo lo que puede evocar a la España del pasado y en un
clima de presión nacionalista : de ahí la decisión reciente del
Ayuntamiento conducido por Ada Colau de rebautizar el salón de plenos.
Sin
embargo Ada Colau no parece dispuesta a tomar una medida tan radical como la
que propone la CUP. Primero porque como alcaldesa de Barcelona, sabe que el
monumento a Colón es uno de los elementos arquitectónicos de la ciudad que
atrae más a los turistas. Añadir un texto que recuerde las consecuencias
negativas del colonialismo, intervenir en el monumento mucho más polémico de
Antonio López, ¿por qué no ? pero retirar el monumento a Colón sería un gesto
inútil y contraproducente. Como era de esperar, las críticas más violentas han venido de las derechas (CiU, PPC y Ciutadans) que opinan que ese debate
oculta los verdaderos problemas que tienen los habitantes de Barcelona y que la
postura de la CUP es puramente electoralista, siendo un mensaje claro enviado a
Colau.
La
CUP parece olvidar lo que recuerda Ciutadans, que el monumento, en el que Colón
apunta al mar, lo erigió un alcalde republicano como símbolo de los lazos entre
Viejo y Nuevo Mundo.
2-
¿Usted
piensa que los españoles tienen que borrar los vestigios de su pasado en las
Américas ?
En
1992, con ocasión del quinto centenario del Descubrimiento del Nuevo Mundo,
hubo una polémica tanto en España como en América Latina sobre el celebrar tal
acontecimiento. Muchos fueron los que apelaron al boicot ya que la llegada de
Colón a Guanahaní fue el principio del sometimiento de los pueblos amerindios y
en varias zonas del continente de su exterminio. En 2016, la propuesta de unos
concejales de la CUP demuestra que el pasado colonial sigue siendo objeto de
muchas controversias en España. En realidad más allá de la cuestión de los
vestigios materiales, lo que tienen que decidir los españoles es cómo se tiene
que enseñar ese pasado.
Es
de notar ante todo que la petición de la CUP tiene relación con lo que ya
hicieron los latinoamericanos en ciertas naciones, atacándose a las estatuas de
Colón en Caracas o Buenos Aires o de Pizarro en Lima, esas figuras que son
emblemas para ellos del pasado doloroso de la colonización y la dependencia
política, económica y cultural. Esos ataques a monumentos españoles se han
producido desde el principio del siglo XXI cuando el subcontinente conocía una
ola de populismo izquierdista especialmente en América del Sur. Lo que indica
que la retirada de estatuas o monumentos tiene un claro contenido ideológico
cuando esa decisión tendría que ser el fruto del consenso de partidos, tanto en
América Latina como en España. Los ataques a vestigios materiales se pueden
relacionar con las medidas de expropriaciones que afectaron a grandes empresas
españolas como Repsol o Endesa en Bolivia o Argentina o con un clima que se ha
instalado recientemente en unos países como México donde reina cierto racismo
antiespañol.
Como
Rocío Muñoz Garrido, yo opino que la historia colonial no se puede borrar. El
Descubrimiento y la Conquista fueron etapas históricas que contribuyeron a la
aparición de nuevos intercambios mundiales y a una nueva identidad continental.
Sin querer hacer del mestizaje una forma de legitimar la colonización, basta
con ver la diversidad humana y cultural de la América Latina actual para darse
cuenta del potencial que tiene esa zona del mundo aunque fue en otros tiempos
el fruto del « rapto y la violación » como lo escribía Octavio Paz.
Por eso soy partidaria de un mejor conocimento de ese pasado incluso en sus
aspectos más trágicos, especialmente entre los jóvenes que poco se interesan en
la historia lejana. Lo urgente para mí no es derribar unos símbolos para reemplazarlos
por otros - Pizarro versus bandera del Tahuantinsuyo, Colón versus Arduy – sino
enseñar de la forma más completa e imparcial posible lo que fueron los procesos
de Descubrimiento y Conquista. Y eso para luchar contre toda forma de
revisionismo histórico.
A
fin de cuentas, retirar la estatua de Colón es lo más simple cuando enseñar las
múltiples facetas del navegante y descubridor es lo más complejo. El debate
actual iniciado por la propuesta de la CUP indica también que es más simple
atacarse a los símbolos que a los verdaderos problemas de la gente. La CUP
tendrá que asumir la responsabilidad de proponer medidas que dividen en vez de
reunir.
EDM