Resulta
preocupante el auge del machismo y la multiplicación de las violencias en
contra de las mujeres, como la violación de una adolescente seguida de su
muerte por causa de los malos tratamientos de sus agresores. Eso ha conducido a
la prohibición de algunos concursos de belleza en Argentina.
Algunos
de esos concursos existen desde hace casi un siglo. Unos han sido cancelados y
otros modificados, por ejemplo las mujeres no pueden más desfilar en traje de
baño.
Las
feministas se preguntan sobre la imagen de las mujeres que dan esos concursos
con los requisitos estrictos que imponen, especialmente porque influye
considerablemente en el crecimiento de la violencia de género. Denuncian
también que el Estado financie los concursos en vez de invertir en la
protección de las mujeres.
Igualmente,
los ONGs denuncian los concursos de belleza como sexistas y misóginos ya que
reflejan una imagen falsa y estereotipada de las mujeres. Lo que conduce a
violencias por causa de los patrones socioculturales.
Sin embargo,
Natalia Comuzzi, la actual reina nacional, afirma que la erradicación
de los concursos no va a poner fin a la violencia de género sino que es como una
ofensa a los derechos de las mujeres.
Así, la
supresión de los concursos de belleza provocan múltiples opiniones: ¿cancelar
los concursos, modificarlos o conservarlos?
Este
texto plantea el problema de la belleza y de los criterios socioculturales que
influencian a las mujeres y cada vez más a los hombres. Subraya también los problemas
y los excesos que nacen con la visión de la sociedad en cada uno de nosotros.
Podemos
preguntarnos cómo la sociedad y sus criterios exigentes, especialmente sobre la
belleza, nos conduce a considerar a los otros y a nosotros mismo.
En todo
el mundo y especialmente en América Latina se desarrolla cada vez más la
cultura de la belleza, es casi una obsesión. Muchas mujeres que se asoman al
espejo repiten la pregunta del cuento Blancanieve. Incluso las estrellas más
hermosas no están satisfechas con sus rasgos. Así, cada vez más mujeres como
hombres apelan a la cirugía para mejorar los rasgos, su propia visión y la de
la sociedad en ellas. En efecto, le belleza es cada vez más considerada como un
factor de éxito social.
Además,
la sociedad de hoy impone a los hombres aceptar criterios estrictos para ser
aceptado. Según parece necesitamos una máscara y ocultar nuestra
personalidad real para integrarnos. Los que no están conformes con esos criterios viven marginalizados. Esos cánones de belleza desarrollan el egoísmo y el
narcicismo en nuestra sociedad ya llena de individualismo.
Todos
esos patrones socioculturales conduces a muchos excesos y problemas. Estamos
conducido a considerar los otros casi como productos en vez considerarlos como
seres humanos, lo que somos. Además, se nota un cambio en la relación entre
hombres: es cada vez más para el parecer, por interés para mejorar la mirada de
la sociedad. Y el exceso más peligroso es el del desarrollo de la violencia en
particular en contra de las mujeres pero también los que no se conformen a los
criterios.
Así se
parece que la sociedad nos conduce ser diferente de lo que somos realmente con
los cánones de bellezas… pero son diferentes en todas las partes del mundo y
mas importantes son subjetivos. Tenemos que aceptarnos y aceptar a los otros
como sean sin que nunca podremos vivir son juzgarnos pues en el conflicto.
Caroline F. (EC2)
Caroline F. (EC2)
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