1-
Según
el columnista, ¿qué papel pretende desempeñar Mariano Rajoy tras el Brexit ?
Con
determinación y seriedad pretende actuar Mariano Rajoy tanto en el escenario
político español como en la UE. Así se presentó en el Congreso del PPE en
Malta, como el más europeísta y confiado en la capacidad de los europeos para
sortear la crisis tan económica como moral. Tras el Brexit y ante un porvenir
incierto dado el auge de los populismos, sigue creyendo en el proyecto europeo
con tal que las naciones queden unidas. Para él, la UE es antes de todo un « ideal
noble » que cabe en tres palabras : paz, democracia y solidaridad.
La
visión que tiene Rajoy y con él, los dirigentes del PPE es la del « mejor
mundo posible ». Para ellos la integración europea es el mejor proyecto para
afrontar los desafíos que son las crisis económicas, los flujos migratorios o
la seguridad de las poblaciones, las relaciones con Turquía y el Magreb. Cabe
insistir en los logros y los avances que han conocido los europeos y recordar
que la construcción europea es un modelo para muchas naciones en el mundo como
espacio de intercambios y de protección de los ciudadanos.
Lo
que pretende hacer el jefe del Ejecutico español es defender una visión
entusiasta de la integración europea que tiene que afrontar dos amenazas :
La primera es el pesimismo generalizado. Por eso resulta necesario “hablar bien
de Europa”, de lo que ha sabido hacer para recuperarse de la crisis y crear
empleos. La segunda es el inmovilismo. Aunque los europeos están viviendo una
crisis política profunda con el Brexit, aunque arrecia el populismo por todas
partes, hay que recordar que la historia de la UE está marcada por una serie de
crisis de las que siempre ha sabido aprender.
2- Según Usted, ¿puede seguir avanzando Europa ?
El filósofo
español Ortega y Gasset solía decir que « los europeos no saben vivir si
no van lanzados en una gran empresa. Cuando falta… se les descoyunta el alma. »
Tras el terremoto que ha podido ser el anuncio del Brexit y la victoria del
proteccionista Trump en los Estados Unidos, una se puede preguntar si siguen
existiendo grandes empresas para la UE.
La primera ha
de ser la consolidación del proyecto europeo para acabar con todas las
propuestas secesionistas que seducen a unas poblaciones inquietas ante el auge
de las desigualdades sociales y la aceleración de los conflictos
internacionales. Lo que le falta al proyecto es coherencia y unidad para
responder de forma más colectiva a unas amenazas globales como los ataques terroristas
o el calentamiento climático. Más colaboración entre los servicios de
inteligencia, la creación de un ejército europeo, más unidad en el desarrollo
de las energías verdes por ser una de las prioridades para la humanidad pero
también por ser un sector clave de creación de empleos duraderos es lo que
esperan las sociedades que no quieren menos sino más Europa. Lo que quieren los
europeos es una Europa más social, más protectora y más política.
En efecto, lo
que reveló el episodio reciente entre ciertos países europeos y el presidente
turco Erdogan es la incapacidad de la UE de presentarse como un espacio
cohesionado políticamente. Y la verdad es que existe una verdadera brecha entre
las naciones que siguen defendiendo el concepto de democracia y ciertos
regímenes como Hungría o Polonia. Por eso se puede contemplar la posibilidad de
idear un nuevo espacio, quizá más retringido, en el que se renueve el pacto
democrático con el fin de consolidar los derechos fundamentales y la lucha
contra la xenofobia, el antisemitismo, las violencias de género o la homofobia.
Sin excluir a nadie de forma unilateral, se puede recordar que una nación tiene
que respetar la cláusula democrática si quiere permanecer en la UE. Si los
miembros del Mercosur suspendieron al Venezuela de Maduro, ¿por qué no hacer lo
mismo con las naciones que optan por dirigentes como Viktor Orbán o Andrzej
Duda?
Para acabar
con el euroesceptismo cabe recordar que la UE ha conocido el periodo de paz más
largo de la historia del continente y que en vez de acabar con un proyecto
incompleto o imperfecto, queda una solución más simple que consiste en reformar
para mejorar. Si se considera que la UE acaba de cerrar la página de la
transición que le ha permitido pasar de la guerra a la paz, ¡que entre en la
nueva etapa de la consolidación con determinación y esperanza !
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